Mesopotamia, perdida en el tiempo

La antigua Mesopotamia es una de las civilizaciones de más hermoso arte y cultura de la historia, pero también una de las más ignoradas. Sin embargo a pesar de haber tenido una cultura tan rica, Mesopotamia es eclipsada por otras sociedades del mundo antiguo, como la egipcia y la  griega.

En mi opinión esto se debe a que los monumentos más hermosos que los mesopotámicos construyeron, se desgastaron y perdieron con los años, por estar hechos con ladrillos (un material hermoso, pero no duradero). Mientras que los monumentos egipcios, hechos en piedra, sobrevivieron, en su mayoria, el paso del tiempo por lo que son más conocidos.

Estandarte de Ur

Pero a pesar de eso, las construcciones y obras de arte mesopótamicas que se conservan muestran, en mi opinión, uno de los estilos de escultura, arquitectura, decoración y orfebrería más bellos de la historia. El uso de colores brillantes y su forma rígida pero delicada de esculpir me encantan. Y su cultura y mitología, completamente ligadas a los astros me parecen facinantes.

Baal, dios más importante para los mesopotámicos. Escultura en piedra y oro

La puerta de Ishtar y el estandarte de Ur son algunas de mis obras favoritas y hubiera sido mi sueño ver los jardines colgantes de Babilonia si no se hubieran deteriorado y destruido. Aunque he leido poco sobre la mitología mesopotámica, sus representaciones de los dioses en forma de esculturas son maravillosas. Y porsupuesto todos conocemos la importancia que ha tenido el "Código de Hamurabi" a través de la historia.

Puerta de Ishtar, diosa del amor

Por eso concluyo que, aún cuando no poseamos tantas obras ni monumentos mesopotámicos, y de que muchos de los que tengamos hayan sido restaurados, Mesopotámia nos obsequi un estilo de arte y una cultura únicos, que talves sean eclipsados, pero nunca serán olvidados.

La Belleza del Arte Prehispanico

El pasado 22 de octubre recibimos una charla del poeta Octavio Armand sobre el arte prehispanico.
Durante esta charla, a partir de imágenes, Octavio nos explicó como en la cultura prehispanica la animalización del humano  era la base de su arte, como su versión de la belleza es puesta a un lado por el mundo actual y sobre como los ritos religiosos que realizaban fueron y son considerados grotescos, en mi opinión, algo injustamente.

Personalmente no encuentro el arte prehispánico particularmente agradable, ya que prefiero los estilos de pintura, escultura y arquitectura más delicados y con más detalle (el arte renacentista es mi favorito), pero su cultura y los rituales que mantienen alrededor de la muerte me parecen facinantes, sobre todo los aztecas. Encuentro impresionante el hecho de que, para saciar la sed de sangre de sus dioses, pelearan las guerras "floridas", cuyo único proposito era hacer prisioneros que sacrificar. El mismo ritual del sacrificio es bastante grotesco por si solo. Según nos explicó Octavio, los prisioneros eran tratados como reyes antes del ritual para hacer el sacrificio más agradable a los dioses. Durante el ritual se les daban hongos alucinógenos que, segun aztecas los ponian en contacto con los dioses, se les hacia subir hasta la cima del templo y el sacerdote les sacaba el corazón y lo ofrecía a los dioses.

No me sorprende que en una cultura que teme a la muerte tanto como la nuestra, donde esta es considerado algo completamente taboo, pongamos de lado el arte de una cultura en la cual una muerte tan sangrienta era considerada un honor sagrado. En el mundo actual, de alguna manera, queremos ignorar nuestra propia mortalidad, mientras que en el mundo prehispánico la celebraban. Los animales a los cuales consideramos crueles y sanguinarios, como los jaguares, murcielagos y otros depredadores, eran considerados un simbolo de belleza. Los procesos naturales, que nos parece obceno, antiestético o indebido representar , como el parto, el amantamiento o el asesinato, eran parte de su arte.

Por eso, en mi opinión el arte prehispánico es tan eclipsado por otros estilos en la actualidad, a pesar de lo bellas que puedan llegar a ser unas piezas. Porque representan todo lo que creemos que no debe ser representado.