La escultura romana se caracteriza por sus formas suaves y realistas (de gran influencia griega). En ella se representan tanto seres mitológicos (dioses, heroes, seres sobrenaturales, etc) como hombres y mujeres. Sin embargo los Bustos de los emperadores y líderes son la clase de escultura que, en mi opinión, es más fascinante.
Existían ocho tipos de esculturas en la Antigua Roma: las estatuas, los reliéves arquitectónicos, los sarcófagos, los juguetes, los camafeos, las estatuillas de culto privado y por último los retratos. Los bustos componen casi en su totalidad esta categoría.
Consistían, como lo indíca su nombre en una escultura de el rostro y los hombros de una persona hasta el nivel de busto. Como el resto de la escultura de la Antigua Roma, se caracterizaban por su gran realismo y detallismo, y los materiales utilizados (al igual que en la Antigua Grecia) eran por excelencia el mármol blanco y el bronce.
Se utilizaban para difundir o perpetuar la imágen de un emperador, noble o líder importante y como memoria funeraria para las familias acaudaladas, que generalmente lo acompañaban de una inscripción. En ambos casos el fin del busto era permitir a la familia de "esculpido" mostrar y celebrar su linaje noble.
Estos bustos son obras de gran belleza y en mi opinión el estílo armonióso y de aspecto celestial de estas esculturas, es lo que hizo que lograran su cometido de perpetuar a los emperadores y nobles que representan en la historia.
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